jueves, 26 de julio de 2012

Callejeando en Buenos Aires


“Callejear es un arte. Es la gastronomía del ojo”. Decía Balzac. Frase grande. ¿Cuántos caminan la ciudad con conciencia de la empresa? Muchos, ni siquiera, llegamos a sospechar la aventura. 

(Boulevard, Leonardo Padrón)


Así comenzó mi llegada a Buenos Aires, 12:00pm caminando por la avenida Independencia de San Telmo con Maya y Pablo, buscando un sitio para tomarnos algo y de esta manera brindar por mi tan anhelada visita a la Argentina.



Desde hace muchos años había querido ir. Quizás desde mi adolescencia, donde acostada en la grama en casa de Mafer en San Isidro – Valera compartía momentos, seguramente con un whisky en la mano y escuchábamos a Fito, Spinetta, Charlie, Soda y todos los grandes del rock. Música que me ha acompañado desde que empecé a elegir mis propios discos, alternándose con la española.

¿Qué cómo me imaginaba Argentina? Pues… cercana, divertida, acogedora, llena de gente bella, algo “italianoide” (como yo), con comidas ricas y por supuesto con tremendos vinos, que desde Venezuela me acercan siempre a sus profundidades.

Continuamos caminando, y me sorprendía ver a tanta gente durmiendo en las aceras, indigentes posiblemente muriendo de hambre y frío, distrayendo su desventura a punta de sueño.

Paredes pintadas con grafitti, edificios que recuerdan a Europa, ascensores con doble reja. Sin embargo, también vi calles llenas de basura, baldosas sueltas y caca de perro. Una lástima la verdad, con lo importante que es caminar con la frente en alto, en esas calles se hace difícil la tarea.

A pesar de estos detalles, fui absolutamente feliz. La emoción de poder caminar sintiéndome segura a las 2am con frío, acompañada solo con #mimisma y con la Maya, no tiene precio.

Estuve apenas tres días, caminando y caminando. Comiéndome la ciudad con los ojos. Disfrutando como espectadora las caras y gestos, las protestas, las nubes locas del cielo, las vitrinas con ropas divertidas, restaurantes, enotecas, bares y plazas.

Uno de esos días, sentadas en Aldos, mirando al espejo, vi que detrás de mi hacia acto de presencia el querido enólogo Marcelo Pelleritti; casualidad que hizo que mi corazón latiera fuerte y emocionado. Lo conocía por fotos y referencia, sabía que era un gran ser humano; lo primero que pensé fue en la buena fortuna que tengo de conocer gente tan hermosa en esta existencia. Se acerco, nos saludo y bondadosamente nos convidó a que degustáramos un par de hijos que tiene en Pomerol: Le Gay y Montviel 2010, ambos con aromas amalgamados que parecían perfumes seductores ante mi nariz. También nos presento a la señora Catherine Péré-Vergé dueña de las bodegas. Ella me recordó a Macu, una gran amiga de mi familia que murió hace años, era encantadora, medio hippie, culta, burlona y un poco “bittersweet”.

Continuamos caminando, tomamos el Subte, autobuses, taxis y remises. Descubrí que en ningún sitio que visite saben cremar la leche perfecta para el café con leche; en todos lados la queman, la hierven prácticamente. Entonces, pensé en los baristas de la pastelería St Honore acá en Caracas y honestamente serian un hit tener un par de ellos en esas tierras. Comentábamos Maya y yo que es un arte cremar la leche en las maquinas de café, ambas trabajamos en restaurantes y conocemos bien el punto exacto, el color, el aroma y sobre todo el sonido que sale de la jarra de metal, es algo como un torbellino grave y denso. La leche nunca debe hervir, si algún barista argentino lee este post, que coja dato!.

Seguimos caminando, el cielo siempre azul con un sol radiante y pensaba en una de mis palabras favoritas: Heliofania (ausencia de nubes en el cielo). La primera vez que la leí, fue exactamente en un texto, que describía el por qué Argentina tenia la perfecta insolación, favoreciendo el desarrollo del color y los aromas del vino, además protege a las vides de algunas enfermedades. Miraba al cielo con los ojos y con el corazón al mismo tiempo… Las ciudades deben sentir cuanto las amamos.

Mi cumpleaños número 31 los celebre desde la noche anterior. Fuimos al Perón Perón del querido Gonzalo, cocinero por convicción y sazón. Amigos de mis amigos celebraron mi llegada, mi presencia y desearon genuinamente que fuese feliz. Si todos pudiesen hacerlo, estamos de acuerdo, que este mundo sería mejor. Me sentí en casa comiendo unas lentejas calentitas hechas con mucho cariño, escuchando de fondo la voz y la guitarra del dúo de Blues que se presentaba en vivo esa noche.

El 12 de julio, seguimos caminando, callejeando. En la noche nos reunimos en casa de Maya para celebrar nuevamente mi cumple. Los invitados esta vez, también fueron amigos de mis amigos, vecinos recién conocidos y lo mejor de todo es que me reencontré con mi querida y apasionada Natalia Beneitez. Entre pizzas y pidacas improvisadas, botellas convidadas por los presentes, disfrutamos de una velada (literalmente solo velas alumbraban), estupenda. Risas, recuerdos, vinos y buenos deseos corrían libremente por la pequeña sala de Maya y Pablo, bajo la mirada intensa y gatuna de Cot, dueña real de la casa.

Y así pasaron mis intensos 3 días en Buenos Aires, caminando, celebrando, conociendo, callejeando, y comiéndome la ciudad entre amigos, vinos, sorpresas, certezas y mucho amor… Con el corazón en la boca precediendo mi vuelo a Mendoza. 

Acá estoy en Caracas… con ganas de callejearla también. 

















miércoles, 6 de junio de 2012

Nino Contessi... mi amado.




Muchas veces la gente se pregunta porque, los que estamos en este mundo del vino, terminamos acá. Esa pregunta me la hice yo misma hace algunos años. Así que, hurgando en mis recuerdos de niña, resulta que estuvo presente, en celebraciones, alegrías y tristezas, noches especiales y no tanto... siempre de la mano del mejor padre que tuve, mi queridísimo abuelo Nino Contessi, mi nonnino, quien hizo de mi infancia una vida llena de amor, de chocolates escondidos, de placeres gastronómicos, de respeto por las comidas y las tradiciones entorno a la mesa.

El, ferviente amante de la gastronomía, como buen italiano, mando a construir una pequeña bodega debajo de nuestro estacionamiento, un lugar con la temperatura ideal para guardar sus botellas, de vino, whisky y cognac. Trabajo arduamente para que sus 7 hijos y todos los nietos siempre tuviésemos lo mejor, y al llegar a casa, sin saltarse un día, se servia una copa, de lo que quisiera ese momento, supongo que para celebrar lo afortunado que era de tener esta familia tan hermosa. Sus regalos cada semana a mi nonna eran flores, bolsas llenas de rugula y lechuga fresca, entre otros muchos ingredientes. Su aroma era una mezcla entre cilantro, sottobosque, tabaco y un perfume que lo mantenía siempre fresco e impoluto. 

Recuerdo su sonrisa de medio lado y su manera elegantísima de sentarse, siempre con su cigarrillo inevitable. Frecuentemente íbamos a restaurantes, le encantaba la buena comida. Era inteligente, encantador, carismático, con su forma tranquila de hablar era difícil revelar sus emociones. Sin embargo, siempre fui su predilecta y yo su fan numero uno. Podíamos pasar horas juntos, yo acurrucada en sus brazos, olfateandolo siempre. Recuerdo que mi cumpleaños numero 12, me sentía mal, así que mientras mis amigos disfrutaban la fiesta en el patio de la casa, yo estaba feliz y tranquila viendo futbol en los brazos de mi amado nonno. 

De sus vinos favoritos, siempre hablaba de un tal Est Est Est... muchos años despues, buscando en internet encontré la historia de este vino: 

"Vino blanco con matices amarillentos con 11˚ G.L. se produce en Montefiascone, con uvas trebbiano, toscabo y malvasia bianca. Su nombre se debe a que en el año 1111 el obispo Fugger, un clérigo conocedor y amante del vino solicitó a uno de sus criados fuera preparándole acomodo en las sucesivas etapas de su próximo viaje a Roma. 

Para que Monseñor no perdiera el tiempo en paradas inútiles, se convino que el adelantado escribiera sobre la puerta de las bodegas visitadas...

Sí este solía decir, est o no est, según que le vino mereciese o no que él parase.
  
Cuando el criado llegó a Montefiascone le pareció pobre la recomendación ante la excelente calidad del vino que ahí probó, y para que su patrón no dejara de probar ese néctar maravilloso, escribió Est, Est, Est. 
Cuentan que el Obispo nunca llegó a Roma, se quedó a vivir y beber hasta su muerte."
Mi nonno murió cuando yo tenia 14 anos, todavía puedo sentir su aroma, su tono de voz, que a pesar de tener años en Venezuela, todavía podia sentirse su  atractivo acento de italiano. Ese poco tiempo basto para que yo amase el placer de comer, de los vinos y las bebidas, de los ingredientes frescos... así que cuando tuve edad suficiente para decidir que curso tomaría mi vida, decidí ser hotelera y sommelier... entendí que esta profesión seria mi Est Est Est.
Mi nonno no estaba equivocado, como siempre, tenia razón.  

Sante!!


domingo, 5 de diciembre de 2010

El cuento... antes del encuentro

Y bien… llego el día.


Y es que la conozco!!! Como dicen en Islandia: “como si la hubiese pario” a la Maya, mi amiga querida…

Hoy estaba leyendo como de costumbre cualquier cosa con letras que se me cruzo por el camino y recibí una llamada de Maya por Skype. (Siempre tengo la laptop encendida por si llama). El mundo 2.0 se ha convertido en la mejor herramienta para comunicarme. Siento a veces melancolía de poder compartir una botella o ir al cine con Maya, pero exceptuando esos días es como si estuviese todavía aquí, igual nos vemos diariamente para contarnos cosas importantes algunas veces, otras solo para hacernos compañía mientras escribimos (saber que está ahí es una sensación indescriptible, me pregunto como harían antes las amigas cuando estaban tan lejos).

Mientras escuchábamos Pas Si Simple de Yann Tiersen, me contó de su cita, los platos que él había meticulosamente diseñado y los vinos que ella sabiamente había escogido para acompañar el encuentro. Estaba muy emocionada, siempre lo hace cuando de comida y vinos se trata. Creo que pocas personas logran mimetizarse tanto con su profesión, con tanta pasión y naturalidad. Me contaba con una seriedad de diagnóstico médico cómo los aromas y las texturas de la entrada diseñada por su amigo cocinero iban a quedar completamente compenetrados, así como cada plato sucesivo y la música que les haría compañía.

Escucharla describir como realizaba la selección de los vinos, siempre es una mezcla de cátedra de química con toques de arquitectura y teoría y solfeo. Tanto estudio y experiencia le permite hacerlo sin que se le escape ningún detalle. Por otro lado, siempre es tan dulce y compasiva que aquel que la escuche no notara ningún tono de arrogancia en su decisión y veredicto en cuanto a las armonías del vino y la comida. Todo lo contrario, siempre inspira sorpresa y placer al hacerlo.

Ella continuamente se ha mofado de mí porque soy amante empedernida de las flores, sin embargo estoy casi segura que se puso un prendedor muy hermoso que le regale: una rosa roja. Es para la buena suerte. Maya no usa mucho perfume, no es algo que le apasione tanto como el perfume universal que puede uno sentir caminando por cualquier calle, o al entrar a algún lugar. De hecho, los aromas que mas me recuerdan a Maya son: las mandarinas (en primer lugar), los caramelos de violetas, el jabón de miel (preferiblemente el de Lush: “Cariño he lavado a los niños”), quizá alguna crema de rosas y por último el perfume de Té y Lavanda… abandonó hace poco el Sun Flowers.

Comenzó a sonar “It could happen to you” cantada por Della Griffin (Putumayo Women of Jazz) y pensé: Maya rara vez se maquilla. Pero en ocasiones cuando lo hace se coloca una delgada línea sobre sus achinados ojos, un poco de rímel y un labial rojizo carmesí que la hace ver como geisha coqueta. Tiene un par de tacones grises que aunque no le gusta caminar sabe que sus piernas se tornan muy guapas cuando se sube en ellos. No hablamos del atuendo mientras conversábamos del menú y los vinos, pero como era una cena especial quizá se puso algún vestido negro con esa rosa roja que estoy segura ama secretamente aunque le molesten el resto de las flores.

Ya mañana me contara que tal le fue… espero que no se quede dormida en el taxi, sé de su capacidad incontrolable de quedarse dormida en los carros, mas de una vez en Caracas me dejó hablando sola mientras ella supuestamente me hacia compañía en el puesto de copiloto. Sospecho que su aguda nariz absorbe todo el monóxido de carbono y se convierte en la dulce bella durmiente que es en la vida real… probablemente se despertará escuchando de lejos “I had a Dream” de Joss Stone… Le deseo una cena inolvidable.

Tan ansiosa de esperar este día de la cena, estaré mañana para escuchar que tal les fue... Mientras sigo aquí leyendo, escuchando música y descubriendo cosas en internet.


NOTA: los invito a que hagan click para conocer el cuento de la sommelier Maya  y el cocinero PochoGarces con vino, comida, música y mucha imaginación.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Mieles… ¿Cata de mieles???

En casi todos los países se realizan degustaciones y catas de los productos autóctonos. Catar es describir con los sentidos un producto, es descubrirlo y entenderlo para posteriormente disfrutarlo mucho más… o sencillamente desplazarlo.

La miel es el resultado del arduo trabajo de las abejas, quienes luego de libar flores y plantas, mezclan con su saliva (rica en enzima invertasa) y guardan cuidadosamente en los panales donde madura y se convierte en el líquido dulce y viscoso que ha acompañado al hombre (igual que el vino, café y té) desde épocas remotas.

El trabajo en una colmena siempre ha sido ejemplo para la sociedad humana. Las abejas utilizan una logística impecable de colaboración y continuo desarrollo, dirigidas siempre a una meta clara: hacer miel. ¿Para qué hacen la miel?... Pues ninguna abeja nos lo ha contado, sin embargo ese resultado ha llenado de salud, bienestar y dulzura a muchos seres humanos a lo largo de la historia.

Venezuela, tierra bendecida por una flora y fauna maravillosa (donde las frutas y flores saben y huelen más, gracias a su extraordinario clima) también cuenta con una historia de mieles. Numerosos son los productores que se han visto tentados con este trabajo, y para muchos, se convierte en una filosofía de vida.

Como suele suceder con las mágicas sorpresas de la vida, conocí a Goyo, quién con orgullo me comenzó a contar de las distintas Mieles que produce Alvearium, en compañía de Elvira y parte de su familia. Era irresistible pensar en una cata de mieles, en conocer nuestra tierra, ya no desde los frutos, si no desde sus árboles y flores quienes guardan los secretos en sus profundas raíces y se manifiestan en los aires con su imponente colorido y belleza.

Todo estuvo listo cuando Alianza Gourmet decidió ser el primero en invitar a sus afiliados al restaurante Vita a vivir la experiencia. Para ésta cata de mieles también pensamos en el agua, y afortunadamente el Grupo O2 está trayendo a nuestro país las aguas holandesas OGO con 35% más de oxigeno, bastante neutras, ideales para acompañar nuestra dulce experiencia. Tomas Fernandez, hermano de Elvira y querido cocinero venezolano, se encargo de compartir datos importantes en cuanto al origen y análisis de sensaciones de 6 tipos distintos de mieles. Todos nos sentimos maravillados que algo tan sencillo como la miel, pudiese ser tan interesante en cuanto a aromas, colores, sabores y sensaciones táctiles.

¿A qué sabe la miel pura?... Tomas comentó: “En cuanto al sabor y aroma de la miel, va a depender de los aceites esenciales que componen las fragancias de las flores y plantas de donde las abejas acopian el néctar, de los minerales y ácidos que contenga.”

Muchos descubrimos que el mundo de las mieles es tan amplio como el del vino, aceites, café, tés… Tan ligado a la humanidad como cualquiera de los anteriores y tan cerca de nuestro terruño como el cacao y el tabaco.

Aquí compartiré con ustedes la información del origen de las Mieles Alvearium que catamos:

CARCANAPÍRE

1) CARCANAPÍRE Bobare – Edo. Lara: Yerba perenne, de 4 a 6 pies de altura, con hojas acorazonado-lanceoladas, aterciopeladas por encima y con espigas terminales. Las hojas y cortezas son aromáticas. Las propiedades curativas de la planta (tónica y antipalúdica) fueron conocidas en Europa desde 1692.


ARAGUANEY

2) ARAGUANEY Punta de Mata, Edo. Monagas: Es un árbol de mediano tamaño que crece en bosques de ambientes secos, en bordes de sabanas, valles o lomas áridas, hasta alturas de 1.200 metros. Se distingue por una floración masiva, amarilla intensa que se presenta fulgurante luego de botar sus hojas por la sequía. Su nombre local proviene del caribe aravenei y la miel procedente de sus flores puede servir para el tratamiento de la gripe, la anemia y como laxante, facilita la digestión y favorece la relajación.



FLOR DE AJONJOLÍ
 3) AJONJOLÍ. La Chaconera - Estado Portuguesa: Planta herbácea anual, de altura variable (0,7 a 3 mts. aproximadamente). Tallo erecto, flores solitarias y axilares, blancuzcas con algo de rosado o púrpura. Es originaria de África tropical, ampliamente difundido en las zonas tropicales del mundo. Prospera en zonas de alta temperatura, y abundante iluminación solar. La miel producida de la flor del Ajonjolí puede ser útil para combatir el estrés, la depresión, el insomnio, y otros problemas del sistema nervioso. Es recomendable para las personas con anemia y para regular la función intestinal.


TARA


4) TARA San Rafael de Onoto, Edo. Cojedes: Arbusto o árbol de 3-8 mts. de alto, hojas opuesta, aovadas, con bordes crenulado-aserrado, densamente áspero, flores marginales amarillas en numero de 8 a 14. En Venezuela se consigue en sabanas de cerro de la franja superior de tierra caliente. Se conoce también como Tara amarilla, San Martín, Tarilla. La miel de flor de Tara puede ser efectiva en el tratamiento de la amigdalitis, estomatitis y la gripe.

MASTRANTO


5) MASTRANTO Punta de Mata, Edo. Monagas: Planta herbácea aromática, de 1 a 1,5 mts. de alto, con tallos más o menos ramosos, hojas pecioladas, aserradas, sus hojas contiene un principio aromático medicinal, flores agrupadas en pequeñas cimas densas de color azulado o blancas que se encuentran solitarias en las axilas de las hojas superiores. En Venezuela está ampliamente distribuida en las sabanas de los llanos. Se conoce también como Lavaplatos o Jujure y es muy usada en la medicina popular. La miel procedente de esta flor es excelente para el estimular el buen funcionamiento del sistema digestivo.





FLOR DE MANGO



6) MANGO Tinaco, Edo. Cojedes: Árbol originario de la India, de tamaño mediano, entre 10 y 30 m de altura. Las flores polígamas, de 4 a 5 partes, se producen en las cimas densas o en las últimas ramas de la inflorescencia y son de color verde-amarillento. Altamente difundido en zonas tropicales hasta los 800 m. sobre el nivel del mar. La miel de mango puede ser ideal para tratar casos de estreñimiento, la debilidad muscular y la aparición de la anemia, por su alto contenido en hierro y potasio. Además, contiene vitamina C y del grupo B, importantes para el sistema nervioso y para el correcto funcionamiento del metabolismo.

Cada uno de estos lugares, con diversas características nos brinda una miel de color, sabor, aroma y textura distinta. Cada pequeño recipiente donde catamos la miel nos brindo recuerdos diversos, desde clavos de olor, pasando por aromas mas herbáceos, a cera de abeja, florales, así como texturas ligeras, aceitosas, acidas y astringentes, entre otras. Los colores desde el amarillo pálido, trasparente hasta el caoba, cerezo y naranjas.

En fin, descubrimos esa noche que también la miel en Venezuela puede tener su propia Denominación de Origen y no solo sirve como remedio de enfermedades, si no como alimento para prevenirlas… Se puede incorporar en nuestra vida diaria, como endulzante para café y té, como acompañante de postres, ensaladas, y platos más elaborados.

Llenos de vitalidad, todos compartimos esa noche una nueva experiencia… mi deseo más profundo es, que la pasión por descubrir el mundo a través de los sentidos siempre nos sirva de excusa para vivir una vida mucho más larga, placentera y saludable. Espero también seguir trabajando en este maravilloso mundo de sensaciones, con un equipo de abejas felices en bien de nuestro propio desarrollo y excepcional país: Venezuela.


OGO & MIELES ALVEARIUM


Con Tomas Fernandez


Cata de Mieles


Cada miel es una historia diferente

P.D.: Para más información de donde adquirir las Mieles Alvearium aquí su correo mielesalvearium@gmail.com.

Fotografía: Carolina Quevedo.


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Hoy amanecí con ganas de estar en Italia...

Hoy a las 5am, los gatos comenzaron antes que yo la faena (como todas las mañanas). Por lo general, pongo uno de los cojines en mi cabeza y sigo durmiendo. Sin embargo, hoy el frío y el cantar de los pájaros hicieron que cambiara de parecer. Me levante y ya estaba saliendo el sol; lo primero que hice fue montar un cafecito en la “grecca” y salir a la terraza a respirar aire puro. En ese momento sentí como si viajara en el tiempo y me trasportara a Italia. Pudo haber sido a Florencia. Yo vivía en el último piso de un edificio en L´Isolotto, con una gran terraza, donde a finales de verano tome sol hasta ponerme color zanahoria (a la italiana); luego al llegar otoño, disfrutaba del cielo estrellado como un lapislázuli. También pude haberme trasportado a Muro Lucano, un pequeño pueblo cerca de Potenza, donde estuve una semana maravillosa. De este pueblo recuerdo que el frío me golpeaba la piel y al respirar y sentía como si inspirara hielo. También recuerdo que comí cantidades enormes de pan viejo que luego se humedecía con agua y se le agregaba tomate picadito, albahaca, sal-pimienta y aceite de oliva…ummmmm…


En fin… el caso es que estoy en Caracas, pero aprovechando que todavía siento un poco de frío quise escribirles sobre los vinos de otoño.

Cuando llega el otoño, caen las flores y cambia también nuestra predisposición enológica. Aumenta nuestro apetito, que seguramente había sido mitigado por el sol inclemente del verano. Y ya esto significa bastante: los jugos gástricos afilan las armas y nos ayudan mucho más en nuestra digestión. No existe una mejor estación para sentarse en la mesa, ya que es el momento donde nuestra sensibilidad por la comida en más aguda. En el aire se puede sentir el olor a humedad y a bosque mojado, nacen los hogos y tartufos, en la cocina cunden las peperonatas y embutidos. Debemos entonces encontrar los vinos que estén a la altura de estos placeres.

Aquí es donde comienza nuestro “girovagare” por la Italia, en la búsqueda de los vinos de otoño; que al final son, digámoslo rápidamente, los mas autoritarios y notables de las cantinas o bodegas, los vinos más severos… bebidos con mucho respeto en pequeños sorbos.

Comenzando con el Barolo, no es suficiente liquidarlo en dos palabras... el perfume de violeta, su color ´ambarino´, la poderosa fuerza, el calor que libera… no se trata de un vino cualquiera. De hecho, es un rey, un monarca absoluto. Para conocerlo bien se debe visitar las colinas “delle Langhe”. De la uva Nebiolo no solamente nació un único hijo: están también el Barbaresco, Gattinara, Carema y el Ghemme, hermanos todos del Barolo, pero ellos están regados por las demás colinas del Piemonte… siendo los príncipes de la comarca. El mérito del Barolo es simplemente ser -absolutamente- el mejor.

En el Veneto, hay tres uvas que hicieron un pacto de amistad, como los tres mosqueteros y son: Merlot, Cabernet y Pinot Nero. No son los típicos vinos belicosos, todo lo contrario, son vinos tranquilos. En boca dejan el rastro de deliciosas hierbas y flores. De los tres, el Merlot es el más accesible, aquel que se hace mas amigo de los bebedores y sirve de aperitivo en casi todas las “osterie” del Trentino-Alto Adige. El Cabernet, con su característica de la “nobleza” mantiene su distancia, bien sea con el Merlot o el Pinot Nero, con toda razón además… su clase es superior y no es un vino para beber todos los días. El Pinot Nero, originario de Borgoña, se ha aclimatado perfectamente y en ocasiones -según los conocedores- repite ciertos acentos de un Pommard o un Beaune.

Uva Aglianico
Hay una frase que me encantó apenas la leí, y dice: “Che Barolo quell´Aglianico”; haciendo referencia de esta gran uva, que se cosecha en las faldas de un volcán apagado, en Basilicata a 1.300  msnm, Potenza. Sobre lavas milenarias mezcladas con la tierra, fueron plantadas las vides del Aglianico, uva de origen griego. Este vino, conjuntamente con el Taurasi de Avellino, es una de las gemas más raras de la enología italiana. Definitivamente hay que ir al lugar de origen para entenderlo… a veces no se puede entender un vino mirándolo solamente a través de la botella… las personas no se conocen solo al verles la cédula, así mismo pasa con el vino. Siguiendo con el Aglianico, se cultiva en un ambiente primitivo, hasta hace poco las vides se sembraban por aquí y por allá, entre arboles de manera dispersa, donde se esconde un vino realmente maravilloso. El verdadero “Aglianico del Vulture” es una cosa que está entre el reino de los cielos y el reino vegetal; cargado de sabores y de perfumes indefinibles, un vino capaz de tal metamorfosis que a los 10 años de edad es realmente irreconocible, parece sumirse en la gloria cuando otros vinos coetáneos están ya decrépitos.

Ya mucho más abajo, en Sicilia, el Etna no se ha dormido jamás… como un león, cada cierto tiempo se despierta y ruge, de esta manera nos hace saber que es él quien manda. La vides de la zona, valerosas permaneces en sus faldas, a sabiendas que son protegidas por este rey. Sobre las colinas de piedra de fusil, negra como el carbón, se han logrado plantar miles de vides, que perforan las costras de lava volcánica con sus raíces, (con la fuerza de un martillo neumático) para encontrar alimentos y nutrientes necesarios. Esto da origen a un vino tinto muy especial, tan especial que fue en una época trasportado clandestinamente al resto de Italia, como si fuese un metal precioso para la nobleza de otras regiones.

La verdad es que hablar de los vinos de Italia sería interminable… y bueno mi intención no es aburrirlos, sino dejarles ese sabor, esa sensación de otoño, de aromas con tonalidades ocre, chocolate y naranja… Anímense hoy a recorrer Italia, a arroparse con un gran vino, ustedes escojan la etiqueta, algo de pan recién horneado, quesos y embutidos, mermeladas, antipastos, pastas, salsas y sobre todo buena compañía. Santé.

Lala
En Brescia con mi prima Enrica (Kika), disfrutando de un almuerzo delicioso en el 2007


jueves, 5 de agosto de 2010

adelantandome a lo que Maya tenga que decir....

Esta semana Maya practicamente me amenazó! pues si!!!  Maya Garcia me amenazó con que escribirá unas líneas, y como yo conozco lo que es capaz de escribir y se que me hará llorar litros, decidí anticiparme a los hechos.

Como muchos saben, nuestra queridisima Mayita parte a finales de mes al sur, a su amada Argentina para hacer algunos cursos y llenar con su sabiduria de 'samurai vitivinicola' los rincones de Buenos Aires. Los que tenemos el privilegio de pasar ratos con ella, sabemos que tiene un 'no se que' magnético, quizás sus ojos de china andina, o su nariz tan particular que solo alguien como ella es capaz de llevar como estandarte del sentido que ha desarrollado a límites extremos.

Ayer estuve en casa de la otra de las gochas: Ross. Hablamos de todo, nos reimos como siempre y se nos ocurrió juntar algunas fotos de nosotras, con algo de música de fondo. Al principio pensé en Mika, ya que nuestras aventuras han sido de mucha alegría, pero buscando entre las canciones de mi ITunes encontré: Have you met miss Jones?, entonces nos pareció que combina con Maya, por que la verdad es que quien no la conozca tiene una tarea pendiente.

En resumen, les puedo decir que si alguién pudiera recopilar las conversaciones que hemos tenido Maya, Ross y yo, se haría millonario... temas de todo tipo, anectodotas tan locas que algunas prefiero no repetir, risas hasta las lágrimas... Una amistad tan sabrosa, que hemos cultivado durante todos estos años es algo para mi invaluable. Mi mayor deseo es que cada persona tenga una Maya y una Ross cerca, quizás metidas en un bolsillo dentro de un frasquito, para que cada vez que surga la necesidad sacarlas de ahi, ponerles un poco de agua y que crezcan en 2 minutos para que comience nuevamente la diversión.

De más está decir que extrañaré a Maya con toda mi vida, pero la alegría que me produce verla crecer y desarrollarse es el mejor de los consuelos de ésta nostálgia que esta por comenzar...

te queremos Mayita!!!

Lala

PD: la resolución de las fotos es directamente proporcional a la calidad de mi teléfono, sorry.

viernes, 30 de julio de 2010

el vino y la seducción...

Catar un vino, comienza con la espera y las expectativas… esa primera mirada cuando cae vigorosamente en la copa, nos abre un sinfín de posibilidades. Nuestra mente vuela imaginando lo que será aquel encuentro íntimo, donde los otros cuatro sentidos se desbordarán llenos de emociones. Al primer contacto con su aroma y sus orígenes, sabemos que es ése y no otro el vino que deseamos. Llegado el momento de agitarlo, mezclarlo con el preciado oxigeno de la vida, es cuando logramos encontrarnos con el preludio de un beso que culmina con el primer sorbo… ya dentro de nosotros, el vino se apodera de nuestras sensaciones, y si logra atraparnos con sus recuerdos en boca, sabremos que nos ha enamorado.

Una cata de vino ortodoxa, donde solo se evalúa si el vino es correcto o no, procuremos dejarla hoy para los entendidos y trabajadores en el área. Cuando somos mortales comunes sin títulos ni responsabilidades, ese momento de encuentro es el acto de seducción que más se asemeja a la conquista del objeto del deseo. Mostrarnos vulnerables a esa copa de vino será la máxima expresión de “La Seducción”. Quisiera compartir algunos datos conocidos del tema, en éste caso aplicándolos al momento de catar un vino.

Comenzaré con hacerlo indispensable para vida y de vez en cuando quitar un poco el interés cuando menos lo espere. Tomar vinos todo el tiempo y para toda ocasión sería un éxito, sin embargo, al compartir nuestro paladar con otras bebidas, por ejemplo con destilados, cervezas y cocktails, se crearán esas pequeñas dosis de nostalgia que nos llevarán de nuevo con la copa tan deseada. Es importante evitar llevar un ritmo en la relación con el vino; si un día tiene toda la atención, al siguiente hay limitarse, así se evade la rutina y se mantiene un cuerpo saludable, necesario para degustarlo plenamente. Darle en ocasiones protagonismo a la comida y no al vino es una opción.

Si siempre tomamos el mismo vino con los mismos platos…ummm que aburrido… la clave es ser impredecible. Por otro lado, mostrarse misterioso(a) ante una copa de vino desconocida, sin siquiera saber su origen, año o cepa, puede despertar la imaginación desde principiantes hasta conocedores. Otra de las clásicas sugerencias de seducción es: cuando veas que empieza a mostrar interés, simula una retirada y finge indiferencia. Si sentimos que un par de copas no bastan… atención!!!... recordemos la célebre frase de M. de la Rochefoucauld: "La ausencia disminuye las pequeñas pasiones e inflama las grandes, al igual que el viento apaga una vela y atiza un fuego".

Ser paciente, aprender a esperar y recoger la cosecha a su tiempo le otorga al vino su momento. Asesinar un vino al abrirlo con anticipación siempre es una lástima. Como todo, hasta los vinos también tienen su tiempo de esplendor. Eso nos lleva a ser constantes, si realmente nos interesa pasar un buen rato con el vino, no hay que buscarle tres patas al gato. Disfrutarlo sin buscarle incesantemente los defectos es más acertado. Por lo tanto, teniendo claro lo antes mencionado hay que ser realista; si durante el tiempo que llevamos tomando el mismo vino, nos damos cuenta de que no congeniamos, entonces ni hablar, hay que terminar la relación, seguro que habrá otro vino con el que si nos encontremos a gusto en cualquier situación.

Ser atrevido(a) con el vino es fundamental. ‘Si quieres beberlo, hazlo y no preguntes’… es mejor arrepentirse de haberlo intentado que nunca haberse atrevido. Hay tantos vinos en el mundo, que la promiscuidad en éste caso es necesaria. Cuando tengamos ya varios en nuestra memoria, lo ideal es buscar los puntos débiles de los vinos, encontrarlos y explotarlos. Si aprendemos a conocer las fortalezas de un vino, sabremos entonces armonizarlo para extraerle lo mejor de sí. Saber elegir, inclusive el clima o la situación lo ayudarán en su máxima expresión. Por otra parte, un seducido del vino, no tiene que andar gritando sus conquistas ni hacer gala de sus proezas. En realidad solo uno sabe hasta qué punto disfrutó o no la copa de vino.

Ser humilde, cuando de vinos se trata, implica reconocer todo el trabajo humano que se realizó para que nuestra copa estuviese llena, independientemente del precio que se haya pagado por el vino. Y por último ‘Amarlo’… este punto es el resultado de “La Seducción” del vino en nuestras vidas, de los paladares conquistados por él.

No se ustedes, pero luego de escribir y releer nuevamente estas líneas, me provoco enamorarme una y mil veces del vino… la verdad es que cuando encontramos lo que buscamos, no hay estrategias que valgan, ni separación entre el vino y la vida, entre el vino y la seducción, entre el vino y el amor. Santé!!!

Lala

P.D: como ejercicio, vuelve a leer todo cambiando 'Vino' por un nombre. Muy divertido jijiji...

Chateau Magnol

Chateau Magnol
último dia...

el vino... la mejor compañia

el vino... la mejor compañia

un poco de humor "vino-político"...

un poco de humor "vino-político"...

"la vida es muy corta para beber mal vino"

"la vida es muy corta para beber mal vino"